Representa el momento del traslado de Nuestro Señor Jesucristo desde el Gólgota al Santo Sepulcro, una vez descendido de la Cruz. Según San Mateo 27, 59-61: Cristo es envuelto en una sábana limpia, y su cuerpo es depositado en el sepulcro. Representando así la XIV Estación del Vía-Crucis.

La imagen de Nuestro Señor Jesucristo es obra del imaginero malagueño Pedro Moreira López (1951). Presenta a Jesús muerto amortajado, llevado en una sábana blanca que emula a la de lino que nos presenta las Sagradas Escrituras. Moreira se inspira claramente en la iconografía que pintara el artista italiano Antonio Ciseri en el siglo XIX.

Sus formas recuerda al más puro estilo barroco granadino, muy influyente en la ciudad de Málaga. Por las hechuras del Señor, se refleja la admiración que el escultor malacitano tenía por el bastetano José de Mora. Así se pueden apreciar bastantes similitudes con imágenes tan portentosas como el Cristo de la Misericordia (1688), iglesia de San José del barrio del Albaicín de Granada.